La harina de mostaza se obtiene por medio de un proceso de molienda y tamizado, que permite la remoción del salvado y la obtención de un polvo fino, a partir de las semillas de mostaza. Existen tres tipos de semillas, las semillas amarillas (de la planta Sinapis Alba), marrones (Brassica Juncea) y negras (Brassica Nigra).
Las semillas más comerciales y utilizadas para producir harina de mostaza son las amarillas y las orientales. La semilla oriental es una semilla marrón por el tipo de planta de la que proviene, sin embargo, su color es amarillo oscuro.
El sabor picante de la harina de mostaza proviene del contenido de aceite volátil o aceite esencial; a mayor aceite volátil, mayor pungencia. El contenido de esta sustancia varía de acuerdo con el tipo de semilla y proceso de producción de la harina de mostaza. La harina amarilla es suave debido a su bajo contenido de aceite volátil, y la harina oriental es utilizada en formulaciones donde se requiere un sabor más picante.
De igual manera, es común encontrar mezclas de diferentes tipos de harinas de mostaza que permiten jugar con los sabores y grados de pungencia, y de esta manera, adaptarse a los diferentes usos o necesidades de cada producto.
Algunas de las aplicaciones más comunes de la harina de mostaza son: Sazonador de carnes, condimentos, mezclas de especias, salsas, vinagretas para ensaladas, chutney y comidas étnicas. Contáctanos para tener el gusto de brindarte mayor información sobre este producto.