La coalescencia corresponde al proceso durante el cual determinadas partículas se deforman y se unen entre sí de manera continua, dando lugar a la formación de una película. En el caso de las pinturas base agua y recubrimientos de formulación similar, los sólidos o polímeros de la resina deben pasar por este proceso al momento del secado: a la temperatura de aplicación (ambiente) deben tener la capacidad de deformarse y unirse para generar una fase continua.
Sin embargo, los polímeros que constituyen el ligante son generalmente duros y su Temperatura Mínima de Formación de Film/Película (TMFF) es muy elevado, por lo que no será posible su unión a temperatura ambiente.
Para lograrlo, suelen usarse dentro de la formulación aditivos coalescentes, los cuales reducen la TMFF del polímero, haciendo posible la formación de película de pintura a las condiciones reales de aplicación. El coalescente ayuda a ablandar el polímero, dando lugar a una capa continua y brindándole suavidad, mayor flexibilidad y resistencia al cuarteo. Un porcentaje adecuado de adición mejorará algunas propiedades del producto terminado, tales como resistencia a la abrasión, lavabilidad, resistencia a las manchas, entre otras.
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